El dolor cervical, también llamada cervicalgia, es una afectación muy común que ocurre a una gran parte de la población. Esta dolencia puede llegar a alterar la calidad de vida, dificultando la realización adecuada de las actividades de la vida diaria como trabajar, estudiar o, incluso, descansar adecuadamente. En este artículo se abarcarán las principales causas y síntomas del dolor de cuello, así como los tratamientos de fisioterapia más efectivos para aliviarlo.
¿Qué es el dolor cervical?
El dolor cervical es una sensación molesta que afecta la región del cuello, clave para el funcionamiento de la columna vertebral. Este área soporta el peso de la cabeza y contribuye a llevar a cabo movimientos como girar, inclinar o extensión.
Las molestias pueden variar desde una leve sensación de tensión puntual o en determinados movimientos hasta un dolor intenso que llega a limitar por completo la movilidad. Además, su duración puede ser breve, en casos agudos, o prolongarse durante meses, lo que se clasifica como dolor crónico. La cervicalgia es una condición muy común. Se estima que afecta entre el 30% y el 50% de la población en algún momento de su vida.
En muchos casos, los procesos agudos son recurrentes, sin estar asociado a un evento traumático, siendo esta la forma más habitual de presentación del dolor de cuello crónico inespecífico.
Además, es frecuente la combinación de etapas sin dolor con ciclos de reactivación de los síntomas que se acompañan habitualmente de rigidez, falta de movimiento u otros síntomas asociados.
¿Cuáles son los síntomas de la cervicalgia?
Los síntomas asociados al dolor cervical pueden depender de la causa y la intensidad del problema. Los más frecuentes son:
- Dolor en la zona del cuello: Puede ser localizado en un punto concreto o extenderse hacia los hombros, la parte superior de la espalda o incluso los brazos. A veces el dolor es inespecífico en la zona y difícil de definir. El paciente describe que una zona del cuello duele “en general”.
- Rigidez muscular: Una sensación de tensión que dificulta los movimientos del cuello y limita su funcionalidad. Puede estar acompañado de dolor en los movimientos más limitados
- Dolor de cabeza: Las cefaleas cervicogénicas son comunes y están relacionadas con la tensión muscular en la región cervical. Problemas como puntos gatillo o contracturas, irritación de nervios o compresiones articulares vertebrales suelen ser los causantes.
- Hormigueo o debilidad: En casos más severos, el dolor puede estar acompañado de sensación de adormecimiento o pérdida de fuerza en los brazos.
También es frecuente que se puedan experimentar vértigos, mareos o una sensación de inestabilidad, sobre todo cuando la musculatura profunda del cuello no está funcionando correctamente, afectando a la propiocepción de la persona.
Causas: Por qué se produce el dolor cervical
Lo más frecuente es que el dolor cervical no se deba a una única causa, sino a una asociación de factores relacionados con los hábitos de vida y las tensiones musculares, entre otras variables involucradas.
Debido a las jornadas laborales actuales, las cuales obligan al trabajador a llevar largas horas en sedestación frente a pantallas, asociado a la falta de actividad física y los altos niveles de estrés, se ha propiciado un entorno idóneo para que la aparición de este problema. Las malas posturas o posturas mantenidas en el tiempo, como inclinar la cabeza hacia adelante al mirar el móvil o la postura encorvada mientras se trabaja, son solo una parte de un conjunto de hábitos poco saludables.
El estrés, por ejemplo, juega un papel clave al generar tensión muscular sostenida, especialmente en la zona cervical y de los hombros. Esta tensión constante puede derivar en contracturas que causan dolor y limitación de movimiento. Además, la falta de ejercicios que fortalezcan y activen la musculatura profunda del cuello agrava el problema, ya que esta zona pierde estabilidad y funcionalidad.
Por otro lado, las lesiones traumáticas, como un esguince cervical tras un accidente de tráfico, o patologías como artrosis cervical o hernias discales, también pueden ser responsables del dolor cervical, aunque estos casos suelen requerir una evaluación más profunda y específica para confirmarlo. En cualquier caso, aunque exista una alteración degenerativa de base, estas suelen cursar con problemas funcionales como los ya comentados en este artículo.
En definitiva, el dolor cervical es el resultado de un estilo de vida que combina factores tensionales, malos hábitos posturales, falta de actividad y movilidad y, en algunos casos, enfermedades crónicas o lesiones.

Clínica de Fisioterapia en Madrid
- Tratamientos individualizados
- Terapia manual
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Diagnóstico de la cervicalgia
Para realizar el diagnóstico del dolor cervical, se debe comenzar con una evaluación completa y exhaustiva que permita identificar las causas subyacentes y diseñar un tratamiento adecuado y personalizado para el afectado. Este proceso incluye: historia clínica, exploración física y, en algunos casos, pruebas de imagen.
El fisioterapeuta desempeña un papel fundamental en esta etapa. Una valoración inicial común incluye analizar la postura del paciente, su rango de movimiento y la calidad del control muscular en la región cervical. También se examina la presencia de puntos gatillo, zonas de tensión muscular y posibles alteraciones en la musculatura profunda.
En casos donde el dolor cervical persista o presente síntomas más complejos, como hormigueos en los brazos o pérdida de fuerza, es importante realizar otras pruebas y exploraciones que ayuden a descartar problemas estructurales graves, como podrían ser hernias discales, fracturas o patologías degenerativas avanzadas.
La evaluación funcional es otro aspecto clave en el diagnóstico de la cervicalgia. Aquí se analizan patrones de movimiento, equilibrio y la capacidad propioceptiva del cuello. Este enfoque permite al fisioterapeuta detectar déficits específicos y trabajar en su corrección mediante estrategias guiadas y personalizadas.
El diagnóstico adecuado se centra en identificar el problema actual y, quizá incluso más importante, prevenir futuras recaídas.
Tratamientos de fisioterapia para el dolor cervical
La fisioterapia es una de las intervenciones más eficaces para tratar el dolor cervical. En nuestra clínica de fisioterapia en Madrid, conocemos cómo tratar esta dolencia. Entre las técnicas más utilizadas destacan:
- Ejercicio terapéutico: El ejercicio terapéutico es la base del tratamiento, fortaleciendo los músculos de la región cervical y mejorando a su vez la activación de la musculatura profunda, fundamental para la mantener la estabilidad y el adecuado funcionamiento del cuello. Trabajar en la propiocepción permite al paciente recuperar la capacidad de coordinar y proteger esta zona, reduciendo la posibilidad de recaídas. Además, es conveniente incluir ejercicios de movilidad activa para aliviar la rigidez y mejorar la funcionalidad, así como la resistencia muscular frente a posturas mantenidas.
- Terapia manual: Las terapias manuales, como movilizaciones articulares y liberación miofascial, ayudan a reducir la percepción de la tensión muscular y aliviar el dolor cervical. Este enfoque también mejora la circulación en la zona afectada, favoreciendo la recuperación de los tejidos.
- Reeducación postural y hábitos saludables: Es esencial trabajar con el paciente para identificar sus hábitos de vida que puedan facilitar la aparición del dolor de cuello y corregir malos hábitos posturales o de ejercicio y proporcionar pautas de movilidad y automanejo eficaz. Una postura adecuada, así como evitar posiciones mantenidas y, sobre todo, la incorporación de ejercicios regulares en la rutina diaria son clave para evitar la recurrencia del dolor.
- Técnicas avanzadas: Métodos como la punción seca, el diagnóstico por ecografía, el entrenamiento personal o el pilates terapéutico pueden complementar el tratamiento, acelerando la recuperación y mejorando la calidad del movimiento.
Un plan de fisioterapia adaptado a las necesidades individuales del paciente favorece el alivio del dolor y una mejora significativa en la calidad de vida. Es importantísimo individualizar el trabajo con cada paciente y a cada situación. Cada proceso es distinto y cada persona necesita un tratamiento personalizado y adaptado a su realidad y su situación. Consultar con un profesional especializado es la manera más sencilla de conseguir un trato personal, individualizado y acorde a las necesidades específicas de cada persona.
Zenit Chamartín: la mejor clínica de fisioterapia especializada en dolor cervical
En Zenit Chamartín somos especialistas en el tratamiento del dolor cervical. Nuestra clínica, ubicada en el corazón de Chamartín, Madrid, se distingue por ofrecer un enfoque integral del paciente, totalmente personalizado para abordar esta condición cada vez más frecuente.
Contamos con un equipo de fisioterapeutas altamente cualificados que combinan técnicas avanzadas con un trato cercano y profesional. Nos enfocamos en una valoración detallada para entender qué necesita cada paciente, asegurando un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento eficaz.
En Zenit Chamartín, damos especial importancia al ejercicio terapéutico como herramienta principal para fortalecer la musculatura profunda, mejorar la propiocepción y recuperar la funcionalidad del cuello. Complementamos este enfoque con terapia manual, reeducación postural y técnicas innovadoras como la punción seca y el pilates terapéutico, siempre impartido por fisioterapeutas.
Si buscas una solución efectiva y profesional para el dolor cervical, no dudes en visitarnos. Estamos aquí para ayudarte a recuperar tu bienestar. Más información en Zenit Chamartín.

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FAQs
¿Qué diferencias hay entre la cervicalgia aguda y crónica?
La cervicalgia aguda aparece de forma espontánea y suele durar días o semanas, generalmente causada por tensiones musculares, posturas incorrectas o lesiones menores. Por otro lado, la cervicalgia crónica persiste durante más de tres meses y, en ocasiones, puede relacionarse con problemas estructurales, como artrosis cervical o hernias discales. Aunque lo más habitual es que sea el resultado de disfunciones musculares y problemas abordables desde la fisioterapia.
¿Es posible prevenir el dolor cervical con ejercicios en casa?
Sí, realizar ejercicios específicos que fortalezcan la musculatura profunda del cuello y mejoren la propiocepción es clave para prevenir molestias cervicales. Además, mantener una postura adecuada y realizar pausas activas durante el trabajo contribuye a evitar tensiones acumuladas. Consultar con tu fisioterapeuta qué ejercicios y actuaciones son mejores para ti, es la manera más acertada de no equivocarte con los ejercicios y obtener un plan personalizado.
¿Cuándo se necesita consultar a un fisioterapeuta?
Si el dolor cervical persiste varios días, limita tus movimientos o se acompaña de síntomas como hormigueo o debilidad en los brazos, y sobre todo, si es una afectación recurrente en tu vida, es fundamental acudir a un fisioterapeuta especializado. Una valoración adecuada es clave para evitar que el problema se agrave y reincida en un futuro.
¿Qué importancia tiene la postura para evitar la cervicalgia?
La postura es un factor importante, aunque no el único involucrado. Adoptar posiciones ergonómicas y evitar cargar el cuello durante largos periodos de tiempo reduce el riesgo de dolor cervical. Sin embargo, también es crucial trabajar en la activación muscular profunda y mantener hábitos de vida saludables.
¿Cómo elegir una buena clínica de fisioterapia para tratar el dolor cervical?
Pese a que a veces pueda parecer complicado encontrar una clínica con fisioterapeutas especializados, que ofrezca una valoración completa y tratamientos basados en ejercicio terapéutico y técnicas avanzadas, no es imposible. En Zenit Chamartín, por ejemplo, priorizamos un enfoque integral para garantizar resultados duraderos. Contamos con una larga trayectoria y una agenda de pacientes muy amplia con resultados altamente satisfactorios.